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El sistema caduco



En el año 2003 durante el campeonato panamericano juvenil de la especialidad en Río de Janeiro me encontré con una peculiaridad mexicana respecto al resto de selecciones del continente: la mayoría nunca se concentraba para entrenar, sólo viajaban como equipo, pero pocas entrenaban juntas. La selección estadounidense, por ejemplo, es una de las que se juntaban para entrenar, pero no lo hacían todo el año o por una larga temporada, solamente dos o tres semanas antes del evento. El resto de las selecciones de América tampoco se concentraban. Obvio éramos juveniles y hasta la fecha en México la selección juvenil tampoco se concentra todo el año, sin embargo en aquel entonces el evento fue en noviembre y nosotros estuvimos concentrados desde junio.


Al crecer un poco y empezar a viajar con la selección de adultos me di cuenta de que las selecciones que se concentran todo el año para entrenar, más que una constante, eran una excepción a la regla.


Toda la vida yo había pensado que el hecho de que un equipo nacional estuviera concentrado doce meses podía ser benéfico para el propio equipo en el aspecto individual. O sea, a los competidores de esa selección les podía servir estar entrenando con los otros 15 miembros para poder elevar su nivel. Y ese fue un pensamiento que había tenido sin ninguna información previa, o sea, sólo se me ocurrió a mí por el simple hecho de que en México así eran las cosas. También hay que tomar en cuenta que las selecciones nacionales que participan con 16 miembros en los eventos son igualmente una peculiaridad.


Después de enterarme del cambio de equipo de Damián y al analizar un poco las reglas de clasificación a eventos como el Grand Prix, Grand Slam e incluso Juegos Olímpicos, se pinta un panorama diferente en cuanto a la función, no sólo del ranking mundial, sino también de las federaciones nacionales.


Verán: anteriormente para poder pelear en los eventos avalados por la WT(F), las federaciones nacionales tenían que avalar al competidor. Actualmente también se necesita un aval de la federación nacional para que un competidor pueda pelear representando al país, sin embargo si existiera un competidor que pudiera financiarse para pelear en los abiertos (Eventos en donde lo único que se necesita es pagar la inscripción) y conseguir puntos en el ranking por su cuenta y al final del ciclo lograra recolectar los puntos suficientes para calificar a un evento de la talla del GP, GS o JO, en teoría debería de calificar directo, sin embargo hay algunos países que de manera interna exigen algunos otros requisitos para que un competidor pueda ir a estos eventos. Uno de estos requisitos es que el competidor esté concentrado con el el resto del equipo y uno de estos países es México.


Aunque creo que, en cierta manera, este criterio es correcto, también pienso que dentro de poco va ser completamente obsoleto. Mientras haya competidores que tengan los medios para poder costearse los eventos (Sobretodo los G1, que es normalmente lo que vale un abierto) y sumar puntos, la federación nacional poco a poco pasaría de un órgano gestor a uno netamente administrativo.


En nuestro país la cultura del patrocinio es casi nula, a menos de que juegues con las Chivas del Guadalajara. En países como Estados Unidos, es de lo que los atletas viven, es decir, si un atleta no tiene dinero para acudir a algún evento importante, en vez de sacar periodicazos diciendo que el gobernante en turno es la reencarnación de Lucifer por no quererlo apoyar, simplemente se acercan a la iniciativa privada para intentar convencerlos del por qué les conviene darle su marca para que el atleta la lleve con orgullo en su uniforme.


En México si te acercas a la iniciativa privada para decirles que te den dinero para ir al abierto de Timbuctú, lo más seguro es que te volteen a ver con ojitos de incredulidad y te pidan que te retires de sus oficinas y no vuelvas más. En este país es la iniciativa privada la que se acerca a los atletas y normalmente eso sucede después de que un atleta ha ganado todo. Eso debe de cambiar, aunque nosotros como simples mortales no podemos hacer mucho, pero los que sí pueden hacer bastante para que eso cambie son los señores de la H. Federación Mexicana de Taekwondo.


Si, por ejemplo, la Federación Mexicana estuviera dispuesta a avalar a un atleta que consiguiera los puntos para JO por su cuenta totalmente y sin condición de concentrarse para recibir la bendición, estaríamos entrando a una nueva era dentro de nuestro deporte y quizá incluso se marcaría una pauta en nuestro continente para que las cosas se hicieran de manera diferente, al final de cuentas el TKD es un deporte individual.




Facebook.com/FaunoBastard

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