A mediados de marzo, cuando el corona-virus (O como p***s se escriba) era todavía un ente que azotaba a Europa y en el continente americano no se escuchaban más que noticias apocalípticas de lugares en donde la gente no se baña, fui a Costa Rica a cubrir el clasificatorio olímpico panamericano (Esto fue unos días antes de que empezara la locura). Durante el evento comentaba con Alex de masTKD sobre las mejoras tecnológicas que ha habido en nuestro deporte y cómo éstas han impactado positivamente a la competencia, sí, por más que los puristas sigan queriendo que los combates sean sin casco y usando huesos de dinosaurios como armas para preservar la “marcialidad”. El taekwondo ha tenido que volverse tecnológico para poder sobrevivir a las purgas que se hacen cada cuatro años en el evento de los aritos y no terminar en el basurero de los deportes al lado del juego de pelota maya o el dodgeball africano, y hay que darle mérito a la gente que se encarga de ello, pues, a pesar de las adversidades y los fallos garrafales que se han visto de vez en cuando cada que cambian el sistema, siempre termina siendo para mejor. Es importante mencionar que todos estos cambios tecnológicos se han aplicado a la modalidad de combate, las formas (Poomsae) siguen siendo más o menos igual que siempre, se ha cambiado el reglamento, se ha cambiado la manera de hacer ciertos poomsae, incluso se han agregado modalidades como el free-style, pero de ahí en fuera sigue siendo algo sumamente familiar: el competidor pasa a hacer el performance y los jueces califican, así de simple. Cuando el COVID19 paralizó al mundo, todas las actividades deportivas se suspendieron; incluso antes de la debacle muchos eventos se empezaron a cancelar. El pre-olímpico europeo se suspendió, el mismo evento de Costa Rica se suspendió nomás terminando el clasificatorio y así en todo el mundo con todos los deportes y poco a poco esto escaló al resto de las actividades humanas. El mérito que tienen los formistas en esta ocasión no es haber diseñado una tecnología que les permitiera seguir adelante con su disciplina en la antesala del fin del mundo, sino aprovechar lo ya existente para poder adaptar el poomsae a las circunstancias. En España se organizó un nacional de poomsae vía Zoom y hace unos días se organizó un abierto utilizando la misma plataforma, un esfuerzo digno, sin duda, pero la verdad es que yo estoy aquí para echarle flores al evento de la WTE: cuatro áreas virtuales, cuatro transmisiones simultáneas, siete días de competencia, 33 referees internacionales de los cinco continentes calificando en tiempo real a más de 1,200 competidores de 75 países distintos demostrándole al mundo que ni siquiera una pandemia global puede frenar nuestro espíritu, se dice fácil… Una hermosa coincidencia es que haya sido el poomsae el que alzó la voz: la parte más artemarcialista del TKD… ¡NO ESTOY LLORANDO, USTEDES ESTÁN LLORANDO! Yo tuve el honor de estar detrás de toda la logística técnica junto con el equipo de masTKD y un puñado de gente valiente que se embarcó conmigo en esta aventura, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión… Si usted se perdió el evento, es probable que no tenga tiempo de revivirlo pues hay más de 200 horas de abierto grabas en YouTube. Aquí les dejo un enlace a la lista de reproducción para que se den una vuelta, también pasen a ver los resultados generales:
1st Online Daedo Open European Championship
1st Online Daedo Open European Championship (Resultados)
Después de la semana pasada me quedó claro que el Taekwondo es como el agua: no importa cuántas piedras haya en el camino, siempre encontrará la forma de fluir, lo hemos visto con el combate a lo largo de los ciclos olímpicos y cómo se re-inventa cada que se requiere y esta vez lo vimos con el poomsae en medio de una catástrofe global.
Felicidades a todos los participantes de este evento, sin duda es algo histórico.
Personalmente me siento muy orgulloso de pertenecer a esta comunidad, aunque sea ya con el uniforme colgado en el clóset.