Corea es un país asiático que comprende la península Coreana (Hablando de redundancias), que se extiende a lo largo de 1.000 km de norte a sur. La península limita al norte con China y Rusia. Al este se encuentra el mar del Este (Vaya, vaya), después del cual se halla el vecino Japón. Además de la península, Corea cuenta con alrededor de 3.200 islas (Esta información fue tomada de la Wikipedia, pero no se confíen, ya he sido engañado antes).
Es un país hacia el que muchos practicantes de Taekwondo en el mundo sienten nostalgia por el hecho de que aquí fue donde inició todo, sentimiento del que yo jamás fui partícipe y el cual no alcanzo a entender puesto de que nuestro deporte está casi tan globalizado como la figura de Homero Simpson.
Lo que sí debo admitir es que venir a este lugar, como competidor (Formas o combate), te cambia la vida. Te cambia en el sentido de que al medirte con competidores locales puedes darte una pequeña idea de que tan bien/mal estás en cuestión técnico-táctica-física-mental-gastronómica y también, después de un viaje de varias semanas, puedes darte cuenta de si lo tuyo en realidad es el TKD deportivo o si quizá sea una mejor idea el iniciar una carrera como repartidor profesional de pizzas a domicilio.
Un dato curioso es que la mayoría de gente que conozco viene a Corea por su propia voluntad sólo la primera vez. Las veces consecuentes, hay que traerlos(nos) casi arrastrando, de ese tamaño es el nivel de la experiencia que aquí se vive.
Los coreanos son personas disciplinadas, amables, amigables, sencillas y al parecer los extranjeros les caen muy bien… Excepto cuando vas a sus escuelas a pelear con ellos, ahí se transforman en, no sé cómo decirlo sin que suene exagerado… Unos hijos de puta. Perdón por el francés, pero es que, como toda cultura ancestral, ellos ven a la gente que llega a SUS doyangs a pelear con ellos como unos retadores-invasores-osados-perros-morirán y déjenme decirles que no son nada malos para hacer combate.
Ya después de varios días de entrenamiento compartido, les empiezas a caer bien y te empiezan a ayudar, a corregir, e incluso a tratar de comunicarse contigo por medio de señas y dibujitos en el aire (Casi nadie habla inglés). El problema (Al menos con nosotros) es que vamos a una escuela diferente cada día (Oh, que mal hemos estado todos estos años).
Hay otro pequeño detalle que no puede faltar de mencionar cuando se habla de estadías por estas latitudes: la comida. La gastronomía coreana tiene un rasgo muy gracioso: puede provocar serios problemas de adicción, o serios problemas de anorexia. Es una comida más condimentada que los chicharrones con cueritos que venden afuera de las iglesias en cualquier pueblito mexicano, los sabores son fuertes y además tienen una manera extrema de servir los platillos: o es en punto de ebullición, o helados a punto de nieve, es decir, incomible de primer momento.
Una particularidad de dicha comida es que te deja un olorcillo raro en el cuerpo y al momento de transpirar causa un efecto en el prójimo comparado únicamente con el efecto que causa Pumba en “El Rey León” al echarse un pedo. De verdad es una cosa curiosa lo que se come acá. Si tienen dudas al respecto, vayan a su restaurant coreano de confianza y prueben el kimchi, su amigo fauno lo recomienda.
Al momento de escribir estas líneas debo confesar que no me he rasurado en quince días, no he lavado mi ropa en lo que va del mes, mi cuerpo está segregando un aroma peculiar y además tengo un ojo morado producto de una fracción de segundo de desconcentración idiota a la hora de estar peleando… Debo agregar que, a esta altura de la locura, el estereotipo de mujer asiática me está empezando a parecer altamente sexy y fuera de serie (El “efecto Asia” que le llaman).
¿Tienes alguna duda/pregunta/inquietud sobre lo que es o lo que se vive en Corea como taekwondín? No soy, ni por mucho, un experto en el tema, pero en mi pasaporte hay casi tantos sellos de entrada y salida a este país como calorías en una Big Mac. Obviamente responderé conforme a mi experiencia. Puedes ponerme tus preguntas acá abajo, o en los canales de contacto en las redes sociales y trataré de responderlos en la siguiente entrada ya que, oh, sí, seguiré de este lado del mundo.
El próximo fin de semana, la marcha por el día del Taekwondo llega aquí a Seúl. Se estarán ofreciendo, en el Kukkiwon (O como p***s se escriba), un par de exhibiciones alusivas. Espero poder asistir y comentar al respecto, nunca he estado en un evento similar
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