¿Cuánto tiempo pasó? Lo último que recuerdo fue un tren llegando a toda velocidad hacia mí... Ni siquiera sé si fue un tren, más bien eran unas luces que no me dejaban abrir los ojos y de repente, aquí estoy... Sin saber dónde.
Ya, que lo poeta ni yo me lo creo.
Hola a todos: los que quedan, los nuevos, los curiosos, los que faltan no porque pues que culeros. Yo me llamo Chava y este es el mundialmente (Literal) famoso Semanario del Fauno. Yo sé, yo sé que tiene demasiado tiempo que ni me asomaba por aquí; yo sé, ni voy a poner la cuenta de los meses; yo sé, chingo a mi madre... Pero pues sigo pagando el dominio y necesito darle uso porque pues soy muy codo.
A pesar de mi ausencia, como que no me he perdido de mucho... Es eso o como que el avance que habíamos logrado en la difusión del maravilloso mundo del TKD ahora se fue medio al caño de un tiempo para acá. En serio: antes escribía seguido porque había muchas cosas que decir, ahora ya no escribo nada porque pues no hay nada de qué hablar, ni para bien ni para mal y eso yo creo que es muy malo.
Por ejemplo: ¿se acuerdan cuando dijeron que la FEMEXTKD era la mejor federación del mundo? Ni siquiera voy a ahondar en el tema, pero mi punto es justamente el tema: había cosas de qué hablar. Cuando dijeron eso, había gente muy contenta y hasta orgullosa y había otros que hasta se mordieron un cachete de la rabia. Había temas... ¿Ahora de qué habla la gente?
Hay más eventos que nunca, hay más atletas que nunca, pierden países que antes no perdían contra países que antes no ganaban. ¿Por qué nadie habla de TKD ya? ¿O es que estamos yéndonos a la mierda lentamente y sin sentirlo?
Ya sé: que el TKD se ha vuelto aburrido, que ya no es lo de antes. Yo estoy harto de eso, y estoy harto porque pues el TKD siempre ha sido aburrido, son pocas peleas las espectaculares. Recuerdo unos videos del profesor Ireno Fargas que se llamaban “Los combates más impresionantes de la historia”, o algo así, tiene una pelea impresionante de un español contra un coreano en el mundial de Hong Kong (1997) y de ahí todo es cuesta abajo (El español se llama José de Jesús Marqués, póngansela a sus alumnos la próxima vez que les den ganas de levantar la patita de adelante). A lo que voy es que el TKD nunca ha sido espectacular, salvo por algunas honrosas excepciones, lo que pasa es que ahora todo el mundo tiene acceso a todo y cuando sintonizas el mundial por algún canal ilegal de streaming esperando que todas las peleas sean como las imaginas en tus sueños, pues la decepción es mayúscula y dicha decepción hace eco en el megáfono de las redes sociales y de ahí viene la bola de nieve.
La verdad es que los combates aburridos en la actualidad son por culpa de la gente que no sabe pelear, y de sus entrenadores también. Lo he dicho antes y lo diré siempre.
¿Se han dado cuenta que ya no hay figuras? O sea, sí hay, pero son las mismas de hace muchos años, muchos de mis tiempos y pocos nombres y caras nuevas, ¿por qué?
Falta difusión, y por si fuera poco +TKD que era nuestro saving grace, nuestra luz en la oscuridad se quedó sin cabeza después de la lamentable partida de Matías... Dios nos odia.
Han surgido algunas páginas +TKD wannabe, pero la verdad es que a la gran mayoría les hace falta bastante, bastante no sé qué... Dios nos odia.
Falta difusión, así que en lugar de quejarme amargamente como lo hago usualmente, decidí “actuar”.
Voy a escribir el Semanario del Fauno durante un año más, digamos que será el año de la despedida, no les prometo nada porque pues este artículo debió de haber salido desde hace siete días, o sea, ya empezamos mal.
Mientras no haya noticias de qué hablar, hablaré de mí... Se aguantan. Ojalá y la gente me dé pronto de qué hablar, acuérdense que nos ayuda a todos, aunque alguno nomás no me traguen...
Bienvenidos sean a este 2018, el último año del semanario... O quizá el primero.
Gracias por estar, por favor quédense y bueno, pues así le hacemos...
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