Se terminó el TKD en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y fue, en mi opinión, un muy buen evento. Si bien el nivel que se vio no fue un nivel mundial, me parece que hubo algunos combates con mucha calidad y sobretodo creo que de aquí saldrán varios de los representantes de los países que participarán en Tokyo 2020, aunque todavía no sepamos quiénes son.
Durante la etapa previa todos anticipábamos que habría una confrontación peculiar entre México y Cuba por el liderato general de todos los tiempos, sin embargo nadie contaba con el factor Estados Unidos. Realmente fue muy interesante ver el uno a uno entre estas naciones, pero vamos por partes…
En el reciente podcast de masTKD.com hablé sobre los datos de este enfrentamiento, si usted no lo escuchó, por aquí se lo dejo:
Justo en esa cápsula dije que era muy difícil que Estados Unidos subiera de posición, se necesitaba que a ellos les fuera muy bien y a Cuba o a México muy mal. Y es que los Estados Unidos ocupaban el tercer sitio hasta antes de estos juegos. El destino, como siempre, me escupe en la cara y resulta que, en efecto, el equipo de USA ahora está en el segundo lugar general de todos los tiempos y Cuba hundido en el tercer puesto, pero sólo con un oro de diferencia. México sigue encabezando la tabla y ya tiene una cómoda ventaja de cuatro oros.
Me parece de suma importancia resaltar el trabajo que se ha estado haciendo en Estados Unidos a últimas fechas. El mes pasado en el campeonato Panamericano de cadetes barrieron con todas las demás delegaciones, uno habría pensado que su condición de local les pudo beneficiar, pero después de este resultado en Lima, creo que hay algo más.
Estados Unidos siempre han sido rivales de cuidado, y aunque no ha habido grandes estrellas individuales desde que los López salieron, el trabajo en conjunto es lo que los ha sacado adelante.
En este momento sólo alcanzo a ver a México, Estados Unidos y Brasil como equipos sólidos y consagrados en su conjunto, los demás, dicho sea con perdón, me parece que están divagando como un pez con la panza para arriba en altamar. Incluso Cuba. Existen destellos individuales, pero en lo que a conjunto se refiere, no hay una buena amalgama en el resto del continente.
La delegación mexicana regresa a casa con 7 medallas ocupando el segundo lugar general, no es el resultado que a muchos nos hubiera encantado, pero sí es un resultado suficiente como para mantener a los detractores de la FEMEX callados y en un rincón, lo que significa que tampoco fue un resultado malo, pues sólo dos bronces fueron la diferencia con el primer lugar que, como ya dije antes, es Estados Unidos.
Hay quienes dicen que no fue un resultado tan bueno porque las formas ayudaron a la delegación, la realidad es que si no hubieran existido las formas la tabla de posiciones hubiera quedado más o menos igual: de los cuatro eventos que hubo de poomsae dos fueron para México y dos para USA; en contraste ellos ganaron dos bronces ahí y México también, o sea, da lo mismo. Y hay que acostumbrarnos, porque todo parece indicar que el poomsae seguirá siendo parte de los eventos multi-deportivos y las medallas también cuentan y pueden ser decisivas.
Pensar que los resultados no fueron “tan buenos” sólo porque las formas le dieron un empujón a la delegación es dejar la bacinica muy lejos.
“Es que Cuba no llevaba equipo en formas”, pues ese es su problema. Es imposible que un país no conozca las formas partiendo desde el punto que para ser cinta negra, debes de hacer formas. No tener un equipo competitivo es otra cosa, pero también es problema de cada delegación. El poomsae no es una novedad, de hecho desde la Universiada Mundial en Belgrado 2009 hubo esta competencia dentro del TKD y las medallas contaban para el medallero general (México ganó una de bronce, por cierto), de eso hace ya diez años, tiempo suficiente para haber tenido preparado un equipo que pudiera competir… Digo yo.
De ahora en adelante, y si otra cosa no sucede, las medallas de oro a repartir en los Juegos Panamericanos ya no serán ocho, sino doce. Grábenselo bien.
Un dato interesantísimo es que ningún mexicano peleó contra Estados Unidos.
México y Cuba se enfrentaron en cinco ocasiones: semifinal de -49 femenil (MEX), en -68 varonil (MEX), -67 femenil (CUB), semifinal del +67 femenil (MEX) y en la semi de +80 varonil (CUB). México ganó tres.
En -57 femenil, por ejemplo, Panamá le ganó a Cuba en primera ronda, luego le ganó a México y luego Estados Unidos le ganó a la Panameña.
Cuba se enfrento cuatro veces a Estados Unidos y sólo le pudo ganar una: -49 femenil (USA), -80 varonil (CUB), +67 femenil (USA) y +87 varonil (USA). Este último combate en la categoría de +87 fue toda una sorpresa, el estadounidense Jonathan Healy es sin duda el novato del año: salvo un bronce en la Universiada de 2017, no tiene mas que participaciones en Grand Prix y medallas en abiertos (Tiene un bronce en el mundial juvenil de 2014, pero esos son de chocolate), tomando en cuenta que Rafael Alba de Cuba es dos veces campeón mundial en diferentes pesos y además era el actual campeón de Juegos Panamericanos.
No me queda más que felicitar a la delegación mexicana, de nuevo, a mí me hubiera gustado que salieran campeones del evento, pero así es esto. México mantiene su segundo lugar en Juegos Panamericanos que consiguió hace cuatro años, sólo que en esa ocasión se ganaron 7 medallas en combate. Hoy repiten con la misma cantidad, sumando las cuatro de formas con sólo dos bronces de diferencia con USA.
En Toronto, Estados Unidos y Cuba quedaron en primer lugar con tres medallas de oro en combate cada uno, hoy Estados Unidos repite el puesto, pero sólo con dos oros en combate, esa es la prueba de que el nivel ha subido en todo el continente. México sigue siendo un referente, quizá el más importante dentro de la región y por eso hay que celebrar este logro.
El siguiente evento multi-deportivo es la competencia de los aritos y esto se va descontrolar…
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