Si hay algo seguro en esta vida es sin duda que no hay nada seguro en esta vida [Inserte aquí un meme de velociraptor o algo]. Ejemplos de mi destello filosófico anterior hay muchos y uno de ellos son los deportes olímpicos.
Existen deportes que, por su antigüedad, espectacularidad, tradición, pero sobretodo por su fácil entendimiento y masividad, es muy poco probable que se tengan que someter al escrutinio de las autoridades olímpicas poniendo en juego sus participaciones en futuros certámenes. Uno de ellos es el atletismo, por ejemplo. ¿Se imaginan unos Juegos Olímpicos sin atletismo? Serían horribles (Con el respeto que se merecen todos los demás deportes).
¿Qué se necesita para que un deporte sea olímpico? Varias cosillas que parecen fáciles, pero no lo son (Igualito que varias amigas mías):
Lo primero es que el deporte sea reconocido por el Comité Olímpico Internacional (O sea, el COI, por sus siglas en castilla). El COI requiere que la actividad sea monitoreada por una organización internacional no gubernamental. Una vez que el deporte es reconocido, a dicha organización internacional se le otorga un rango de Federación Internacional. Ya en ese punto, la nueva federación debe de promover el movimiento olímpico, el código anti-dopaje y que los atletas se comporten de acuerdo a los estatutos olímpicos dentro (Y fuera de las competencias).
Un deporte puede ganar el reconocimiento del COI, pero no participar en los Juegos. Ejemplo de esto es el karate, el boliche y, hasta los juegos pasados, el rugby. Para participar en los juegos, la federación internacional del deporte en cuestión debe de presentar una solicitud al COI cumpliendo con ciertos criterios como que el deporte sea practicado por hombres en al menos 75 países diferentes y en cuatro continentes, por mujeres en no menos de 40 países y en tres continentes. El deporte debe también incrementar el valor y atractivo de los Juegos Olímpicos, así como reflejar y retener las tradiciones modernas del ideal olímpico (Lo que sea que eso signifique).
Existen muchas otras reglas, como que el presidente de la federación internacional en cuestión debe de entrar al laberinto y vencer al Minotauro, aunque nadie sabe si realmente se aplica. Otras reglas implican el veto absoluto de deportes que sean “puramente” mentales o dependientes en propulsión mecánica, es por eso que jamás veremos al ajedrez o al automovilismo dentro de unos Juegos Olímpicos, por ello demos gracias a Dios, o sea el COI. Dato curioso: el power boating sí fue alguna vez un deporte olímpico y el ajedrez es un deporte reconocido por el COI.
Actualmente, solamente se incluyen deportes dentro del programa olímpico cuando, simultáneamente, hay otros que son discontinuados. Los deportes incluidos están sujetos periódicamente a un escrutinio para determinar si es que deben de seguir o no. Hay veces que surgen problemas con el acomodo de algunos deportes en las diferentes sedes, pues es difícil encontrar espacios que se acomoden a las necesidades de la disciplina, por eso el baseball y el softball ya no están en Juegos Olímpicos.
Una de las cosas que también es muy importante para la inclusión de un deporte es el interés de la prensa y del público en general, pues son la llave que hace funcionar a los Juegos, aunque es igualmente importante el poder manejar los costos que cada deporte implica (Aprende algo, dinero). Quizá sean estas razones las culpables de que jamás veremos al juego de pelota de los mayas competir en una justa olímpica.
Es difícil imaginar que el mundialmente famoso “Tug-of-war” fue alguna vez un respetado deporte olímpico. Y aclaro que cuando digo “mundialmente famoso” no lo digo con sarcasmo, búsquenlo en google y verán que lo conocen. Deportes como el cricket, lacrosse, polo, el roque y el esquí acuático también han sido discontinuados a través de los años.
¿Qué pasa con el Taekwondo? Pues que tenemos asegurada la inclusión hasta 2020, sin embargo el interés que despierta nuestro amado deporte lo hace sólo con gente del medio y mientras las reglas sigan cambiando cada cinco minutos, así será forever and ever.
No hay duda de que el TKD cumple con todos los requisitos mencionados anteriormente, incluso de sobra, pero como lo dije al principio: nada es seguro en esta vida.
La gran paradoja con nuestro deporte es que se dio el salto hacia los petos electrónicos precisamente para disminuir la ambigüedad en la marcación y poder permanecer dentro del programa olímpico, sin embargo, ese mismo salto tecnológico podría ser el que deje fuera al TKD si no se hacen los ajustes pertinentes. Faltan cinco años, todavía hay bastante tiempo.
Por si las dudas, amigos competidores, échenle ganas, porque 2020 será un año que todos recordaremos con lágrimas, de alegría o tristeza, pero con lágrimas al final del día.
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