En el 2019 durante el clasificatorio olímpico de la región tuve la oportunidad de entrevistar a Philippe Bouedo, Education Committee Chairman de la WT. El señor Bouedo es un personaje bastante respetado dentro del medio, y cuando digo respetado lo digo de verdad, es gente que no tiene que andar por ahí enseñando credenciales y pidiendo respeto a gritos escudándose en su trayectoria. Aunque, hay que decirlo, también es para muchos el gran satán del taekwondo moderno debido a que él es uno de los mayores “influencers” y promotores de los cambios más recientes del reglamento de competencia. Para muchos, es alguien que debería de ser enjuiciado y condenado a la pena capital por ser precursor del nuevo taekwondo, ese taekwondo aburrido como algunos le llaman (como si el TKD hubiese sido entretenido alguna vez); para muchos otros, especialmente quienes lo conocemos y sabemos que su intelecto podría cotizar en bolsa, es algo así como el Mesías, ese que estuvimos esperando para que nos salvara del ostracismo y vaya que 24 años después de haber entrado a la competencia de los aritos de manera oficial y sin peligro aún de que nos corran por “chafas o aburridos” como dicen algunos, demuestran que algo ha estado haciendo bien.
Viene a cuento Don Philippe y mi plática con él de hace tres años porque justo hablamos del reglamento de competencia y uno de los puntos que tocamos fue acerca de cómo el taekwondo estaba próximo a alcanzar su forma final… Él mismo dijo que probablemente los cambios futuros serían detalles mínimos como por ejemplo hablaba de un sensor en el peto que marcara específicamente el puño, cosas de ese estilo, sin embargo el nuevo reglamento que entregó la WT recientemente y que ya ha sido probado en un par de eventos nos dejó ver que eso de los cambios mínimos será para otra ocasión.
El nuevo reglamento de combate es más un cambio de paradigma que sólo de reglas, aquí tengo que decir que no estoy seguro de sí o cuánto tuvo que ver el señor Bouedo, pero como en cualquier pintura de Picasso: se nota su manita por ahí… Aunque también podría yo estar equivocado, pero eso ya habrá oportunidad de preguntárselo en persona.
Dentro de los cambios más destacados y en mi opinión el cambio más grande desde los petos electrónicos es que ahora ya no se gana por un marcador final, sino por asalto: el que gane dos de tres, algo así como los sets en el tenis. Una diferencia de doce puntos te hará acreedor a ganar el round por “point-gap” y en adultos no aplica esta regla para semifinales y finales.
En lugar de 20 gam-jeoms, ahora sólo serán 5 por round; en un principio se hablaba de 4, pero después de las pruebas en abiertos al parecer queda en 5, es decir, si acumulas 5 penalizaciones pierdes el round.
Al iniciar el round antes tenías 5 segundos para que el réferi central te invitara a pelear y otros 5 para cumplir la orden o ganarte una penalización, ahora sólo serán 3 segundos. Lo mismo al entrar al clinch.
También se penalizará la famosa “cat, cut (o como p***s se escriba)”: sólo tres segundos con la pierna arriba y debe haber contacto, de lo contrario habrá penalización… Sólo dos veces se permitirá y la tercera debe de venir con una técnica de continuidad o habrá penalización. Este criterio me parece que es poco práctico porque regresamos a la ambigüedad y criterio del juez central, pero hay que esperar a ver qué tal avanza.
Otro cambio importante es que cuando alguien haga una técnica de giro a la cabeza, entren los puntos y el competidor se caiga, no habrá sanción; en caso de que los puntos no entren entonces se lleva su respectivo gam-jeom, el dolor de la caída y los memes que seguramente aparecerán antes de que acabe el round.
El golden round desaparece… En caso de empate el criterio de superioridad es como sigue: puntos totales acumulados en los tres rounds, mayor número de puntos anotados por giro en los tres rounds, gam-jeoms totales en los tres rounds, patadas a la cabeza, patadas al peto, puños, hits (entiéndase como hits los contactos que se hacen sin que se logre marcar el punto), en este escenario la computadora es la que da el ganador. La verdad es que con estos criterios va ser muy difícil que haya empates perfectos, pero en caso de darse el réferi central da dos pasos atrás y grita “Woo-Se-Girok” y los jueces levantan la mano para dar al ganador. Si sólo hay dos jueces de esquina, entonces el juez central tiene voto, si hay tres jueces de esquina entonces el central sólo da la decisión.
Hay otra cosa que se prohibe y es la patada a la cabeza en el clinch, aunque no sé bien cómo llamarla… Es como una “monkey kick”, pero arriba. Incluso aunque conecte no se marcan los puntos y te llevas tu sanción.
Estos son básicamente los cambios en el reglamento. Los comentarios de la gente que ya lo probó son, como era de esperarse, más cargados a lo negativo, sin embargo creo son cambios tan grandes que debemos de darles algo de tiempo para que los ajustes deseados se vuelvan evidentes. Como siempre pasa, los cambios se hacen con un estilo en mente y el atleta, en aras de obtener el triunfo, modifica dichos estilos para poder ganar la pelea, porque recordemos siempre que nadie entra al área de competencia esperando verse bonito, sino esperando salir ganador.
Al menos este año no creo que veamos más ajustes, creo que el reglamento se irá justo así y derecho hasta el mundial a finales de 2022 en Cancún y de ahí probablemente se harán las valoraciones pertinentes.
Lo que es una realidad y como ya lo habíamos comentado en el programa pasado de Trashkwondo, todos los cambios de paradigma, especialmente uno tan grande como este va mandar a todos los entrenadores, preparadores físicos y metodólogos que se respeten de regreso a sus mesas de trabajo y eso es algo bueno y aunque el reglamento entra en vigor hasta el primero de junio, lo veremos aquí en nuestra región en el campeonato Panamericano en Punta Cana… Y bueno, pues ya les contaré…
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