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Foto del escritorFauno

Aros y saco azul



Durante la semana pasada tuve la oportunidad de cubrir el “Paris 2024 Olympic Games International Referee Selection & Training Camp Number Two” que se llevó a cabo en la ciudad de Querétaro, o como a algunos nos gusta llamarlo: el selectivo panamericano de árbitros rumbo a Juegos Olímpicos. Estando ahí me di cuenta de lo poco que sabemos, no sólo del camino que recorren los hombres y mujeres de la corbatita color guinda, sino también de lo complicado que es el proceso que cada uno debe de llevar si es que quiere pisar un área olímpica, así que en honor a los señores vestidos de azul, repasemos ese camino:


Para empezar hay que decir que dicho proceso de selección es medio ambiguo porque evidentemente para ellos no existe un ranking ni ninguna otra forma tangible de medir su desempeño en los eventos donde se desenvuelven, así que desde ahí podemos empezar a torcer la boca…


Si un árbitro quiere ir a Juegos Olímpicos debe primero participar en uno de estos campamentos que, como el de Querétaro, hay otros tres alrededor del mundo. Este año hubo uno para Asia y Oceanía en Tashkent, Uzbekistán; el segundo fue justo el de Querétaro para América; después sigue uno en Algeria para el continente africano y finalmente el cuarto será en Bélgica para la región europea.


Ahora, cuando digo que si alguien quiere ir a JO DEBE PARTICIPAR en alguno de estos campamentos, no es tan sencillo como llegar a inscribirse y ya, debe ser por invitación y además hay un cupo máximo de asistencia dependiendo del continente: 80 para Asia, 20 para Oceanía, 60 para América, 40 para África y 70 para Europa. En total participan en estos campamentos 270 jueces alrededor del mundo y de ahí se obtiene una selección de tan sólo 60 que podrán seguir su camino al evento de los aritos.


Por ejemplo, de los 60 jueces invitados al campamento de Querétaro, sólo llegaron 42, o sea, 18 se eliminaron solos, y de los 42 restantes se obtendrá una selección de tan solo 7 hombres y 7 mujeres. Lo mismo es para el resto del mundo: de Europa salen 8 y 8, de África 5 y 5, de Asia 8 y 8 y de Oceanía 2 y 2, en teoría esta selección son los 60 mejores referees del mundo, o por lo menos los mejores 30 en cada rama.


¿Cómo se selecciona a los invitados para estos campamentos? Bueno, pues es por invitación directa de WT y se basan en cuatro criterios: primero, los aspirantes deben ser referees internacionales (sí, esos del saco azul rey), en el caso de este año deben de haber tomado algún curso de refrescamiento entre abril y diciembre de 2022, además deben de ser IR desde al menos ese año; el segundo criterio es por recomendación de las MNA’s o sea, las federaciones nacionales, así que el componente político está presente en esta selección; el tercer criterio es un filtro del comité de selección de las listas proporcionadas por las MNA’s dependiendo de la experiencia de los aspirantes y de su habilidad en el idioma inglés; finalmente el cuarto criterio es directamente decisión del comité de selección y pueden seleccionar a cualquiera en la base de datos de WT, por supuesto basados en la experiencia del aspirante.


En los campamentos hay siete pruebas a los que los árbitros son sometidos, aunque yo diría que más bien son ocho, porque a pesar de que el comité organizador del curso debe proporcionar hospedaje y alimentación a los aspirantes, ellos deben hacerse cargo de la llegada y por supuesto de pagar la cuota del curso, porque sí, el curso no es gratis, vale 100 dólares americanos que se pagan en efectivo y en dólares porque eso de andar cambiando moneda nacional es una monserga que nadie de los evaluadores está dispuesto a aceptar.


Las pruebas ya propiamente del campamento son las siguientes: examen médico (incluye examen de la vista y presión arterial), este o lo pasas o lo repruebas, no hay más; examen físico que también es pass or fail, no hay medias tintas; el examen escrito que vale 10%; examen oral para saber qué tan bien hablas inglés, que también vale 10%; “Game Management Test” que no es otra cosa que un examen práctico y vale 60%; y un test de habilidades cognitivas dividido en el manejo de video replay y scoring que valen 10% cada uno.


En caso de un empate en la puntuación final, el criterio de desempate (porque nos encanta eso en este deporte) es quien haya sacado más puntos en el siguiente orden: Game Management —> Scoring —> Escrito —> Examen Oral.


Una vez que se tienen a los 60 referees salidos de estos campamentos alrededor del mundo, comienza una nueva evaluación, pero ya es en campo, porque para Juegos Olímpicos sólo califican la mitad: 15 hombres y 15 mujeres. Así que los jueces que veamos próximamente en eventos como el mundial, los grand slam, el grand prix y los clasificatorios continentales, serán muy seguramente a quienes veamos al centro del área o marcando los puntos en París. Esta parte del proceso ya es totalmente subjetiva, como dije antes, no hay un ranking o algo tangible con lo que medir el desempeño de los árbitros, así que lo único que les queda a los señores de la corbatita guinda es dar su mejor esfuerzo en el área y procurar no equivocarse, pues en un proceso subjetivo como este cualquier error puede costarles el no estar en la máxima justa.


México estuvo presente en el campamento con 6 de los mejores árbitros en la planilla nacional. La última vez y por primera vez desde que el TKD es oficial en JO ningún referee mexicano fue seleccionado para asistir a dicho evento, esta vez estoy seguro de que eso cambiará. Por mientras felicito a los seis mexicanos que estuvieron en el curso y les deseo lo mejor en el resto del proceso a quienes logren quedar entre los 60. Puede que esto no signifique nada, pero quisiera agradecerles por su esfuerzo porque al final representan también al taekwondo mexicano y debo decir que estoy muy orgulloso de ustedes.







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