Sin duda una de las noticias que más han dado de qué hablar en los últimos días dentro de este deporte que se practica arduamente sobre el país que piso a diario, es el cambio en la directiva inmediata del equipo nacional, o sea, el cambio de entrenadores.
Resulta que un buen día, después de la euforia de fin de año y ocho kilos encima, amanecimos con la noticia de que México ya no tenía entrenadores. Bien raro, porque, según me cuentan, esto fue una sorpresa para propios y extraños. Bien raro también, porque después de una excelente racha al frente del equipo, de haber superado adversidades, haber roto un par de récords y de perfilarse peligrosamente como la mejor pareja de súper héroes que el mundo hubiese visto por encima de de Hawkman y la mujer halcón, la familia Alonso-Kuscu decidieron que era mejor para ellos irse a entrenar a un equipo africano. Sus motivos tendrán.
Y así, amigos, es como un día normal se transforma en uno de esos días en los que tendría sentido cavar un agujero en el suelo y ultrajar al planeta tierra.
¿Cuáles serían las repercusiones de tal decisión? Primero, dejan a un equipo a la mitad del camino al ciclo olímpico, es decir, se rompe la cadena de trabajo, lo que no necesariamente quiere decir que se tenga que romper la buena racha que el equipo nacional ha tenido hasta ahora, pero eso ni las cartas del tarot pueden predecirlo, habrá que esperar. Segundo, nos dejan a los fans tristes y desconsolados.
¿Cuál fue la reacción de la alta directiva mexicana? La que debió haber sido: cubrir los espacios con la gente que se tenía disponible. Ojalá que no pase lo que pasa siempre que te rompen un vidrio del carro: cubres el agujero con un pedazo de plástico y cinta adhesiva; es tan rápido, tan práctico y tan sencillo, que pronto se te olvida que en realidad es una muy mala idea.
Ahora sí, casi la totalidad del cuerpo técnico es mexicano, lo que pasa a complacer a esos nacionalistas baratos que, bajo el eslogan de “¿pues qué no hay talento en México?”, se rasgan las vestiduras cada que un entrenador extranjero es contratado para dirigir al equipo mexicano.
(Dato curioso: los logros más importantes que ha tenido México, han sido con un extranjero sentado en la silla del coach)
(Dato curioso 2: la mayoría de entrenadores que ha tenido México, han sido extranjeros.)
¿Qué se puede esperar de los nuevos entrenadores? Yo espero que sean tan buenos entrenadores como lo fueron de atletas, en lo personal son gente a la que le tengo mucha estima y sobretodo mucha fe, así que tienen mi bendición.
Échenle ganas, jóvenes (Atletas y entrenadores), están a la mitad del camino. Do it for the fans.
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