Una vez me dejaron de tarea ver una película que se llama #Gattaca. Ya en ese entonces era una película muy vieja, bueno, es tan vieja que alguien la subió de manera ilegal al YouTube y pues no se la han tumbado porque pues ya les vale.
La película se trata de un muchacho que es normal, así, común y corriente: güero, guapo, alto, con el estereotipo de estrella juvenil hollywoodense de los 90’s y probablemente con predisposición al cáncer de colon, pero todo natural, o sea sin ningún tipo de ventaja genética ante la vida (Un maldito salvaje que debería estar en una jaula si lo vemos en términos Huxilianos); y de su hermano, que por nacer unos cuantos años después tiene acceso al último grito de la moda: la modificación genética, lo cual lo convierte en el favorito de sus padres y tiene acceso a las mejores oportunidades en una sociedad que califica a sus miembros como “válidos” y “no-validos” de acuerdo al tipo de genes que poseen.
La película es una crítica social, o al menos así la entiendo yo que nunca entiendo nada, y pues te da entender que ninguna modificación genética podrá nunca alterar las ganas, el esfuerzo y la determinación de una persona que sabe lo que quiere (Como echarse a Uma Thurman). No hay gen para el espíritu humano… Todavía.
El nombre “GATTACA” son en realidad letras que representan una secuencia de #ADN (Guanina, Adenina, Timina, Timina, Adenina, Citosina, Adenina). Hoy en día existen otras siglas que han puesto de nuevo el tema de la modificación genética sobre la mesa:
CRISPR: Clustered Regularly InterSpaced Short Palindromic Repeats, o sea, repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas… Entre esto y saber que si descubres una estrella le tienes que poner un número de catálogo de seis dígitos en vez de “Lucha” a uno ya no se le hace raro por qué el TV y Novelas vende más que todas las revistas de ciencia juntas.
La verdad es que el CRISPR es un sistema mucho más sencillo de explicar de lo que parece. La Wikipedia lo hace muy bien:
“Son familias de secuencias de ADN en bacterias. Las secuencias contienen fragmentos de ADN de virus que han atacado a las bacterias. Estos fragmentos son utilizados por la bacteria para detectar y destruir el ADN de nuevos ataques de virus similares, y así poder defenderse eficazmente de ellos”. Y yo debería de estar viendo videos de gatitos…
Lo interesante de este proceso es que se ha descubierto la posibilidad de que algún día podamos tener gente diseñada genéticamente: alta, guapa, güera, con todo el estereotipo de estrella juvenil hollywoodense de los 90’s, pero sin la predisposición al cáncer de colon ni a ninguna otra enfermedad de esas bien gachas.
Esto todavía no es una realidad, pero está muy cerca, aunque en idioma científico “muy cerca” significa que quizá la mayoría de nosotros no viviremos para verlo… Y en idioma sociedadquesepinchesespantaportodo significa que ya hay quienes han convertido esa posibilidad en un debate moral, racial, religioso, rasposo y todo lo que termina en “oso”.
Es un debate complejo. Personalmente creo que no aceptar el hecho de que exista la posibilidad de darle a tu hijo la oportunidad de crecer sin riesgo a una enfermedad genética potencialmente mortal sería negarle el progreso a la raza humana que ya de por sí avanza lenta, además de que el mundo siempre estará lleno de peligros, al menos podríamos ocuparnos de los que hace cincuenta años ni siquiera soñábamos que se podría. Y no se preocupen, nunca va faltar el idiota genéticamente modificado que se meta un condón por la nariz para subir su video al Face.
Hay quienes dicen que es jugar a ser Dios, ya ven que hay gente a los que les encanta meter a ese señor en todos lados… Yo creo que quienes dicen que “jugar a ser Dios” es malo tienen una idea bastante torcida de ese personaje, además de que normalmente son felices viviendo en las tinieblas de la ignorancia y dejando su destino en manos de alguien más.
El debate que quizá es el que más ámpulas moralinas levanta es el que dice que cuando esta tecnología esté disponible, será sólo para los ricos… Y pues sí, tienen razón, no porque sean unos analistas sociales profundos, sino porque TODAS las novedades siempre están disponibles primero para los ricos. Lo serán los “bebés de diseñador” así como también lo será la cura contra el cáncer… Y después conforme pase el tiempo estará disponible para más y más gente, como las vacunas, como todo.
El único peligro que verdaderamente podría llegarme a preocupar cuando esto llegue a ser una realidad y el futuro nos alcance, es que a alguien se le vaya ocurrir decir que los humanos genéticamente modificados son los únicos que merecen pisar este mundo y ya ven cómo nos fue la última vez que alguien quiso establecer una sociedad de raza pura.
La decisión a final de cuentas siempre será individual. Y claro, habrá quienes no le den a sus hijos la inmunidad fisiológica total y unos ojazos como los míos por temor a Dios y habrá quienes no se las den por falta de recursos. La primera sería idiota, la segunda triste.
La única razón por la que me gustaría estar vivo cuando el #CRISPR se utilice para modificar humanos genéticamente sería por los interesantísimos debates en el Twitter… Y para tener un hijo con nariz de cocodrilo.
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