A pesar de lo que varios de ustedes podrían pensar al ver la imagen, mejorar mis habilidades en paint no es lo único que he hecho durante todos estos años…
El 25 de abril del 2011 es un día que vivirá en la ignominia dentro de la memoria de mi audiencia de huesos amarillos (“Huesos amarillos”, siempre quise decir eso), pues es el día en que escribí el último post en mi blog, cuando mi blog estaba en Blogger y mi perfil personal en Hi5.
Normalmente nunca tengo una excusa para dejar de escribir, está vez es diferente y no, no es porque sea yo un huevonazo… Ok, no sólo es porque sea yo un huevonazo. Cuando me inicié en la blogósfera lo hice motivado por un par de blogs que yo seguía fervientemente: “Al chile piquín” y “Litóbolos”, blogs que, por cierto, aún sigo fervientemente, sólo que ahora ellos también se han vuelto medio huevonazos, así que échenle la culpa a ellos, ellos son mi inspiración.
La verdad es que justo cuando dejé de escribir en MOCOSATODOS (Así se llama mi bolg) fue justo cuando empecé a escribir El Semanario Del Fauno y esa es la razón real: el semanario lo solía publicar una vez a la semana, por eso le pusimos semanario (Sí, ya sabían, ¿no?); en mi blog personal publicaba una vez al mes. Al principio pensé que podía llevar ambas cosas, pero la verdad es que el cerebro no me alcanza para poder escribir dos blogs una vez a la semana cada mes, a pesar de que iban dirigidos a públicos diferentes y eran de temas totalmente distintos… Y además de que sí, soy medio huevonazo.
Los años pasaron, mi vida cambió muchas veces como un pez que cambia de sexo y pues aquí estoy. La verdad es que había extrañado escribir sobre la vida, el amor y sus mamás. No puedo prometer que habrá una continuidad, pero trataré de ser lo más disciplinado posible para llevar hasta ustedes una vez al mes ésta columna que solía ser un éxito entre mis tías.
¿Qué ha pasado en el mundo durante éstos cinco años de ausencia en la blogósfera? No lo sé y para efectos de este blog, nos importa lo mismo que las elecciones en Tailandia. Si hay alguien nuevo por aquí (¿Alguien? ¿Por favor?), ha de saber que llegado aquí debe abandonar toda esperanza…
Aquí no es un espacio de crítica social, ni de filosofía, ni nada de esas cosas que a la gente le gusta escribir en internet… Aquí es un espacio en donde me enfoco a platicarles historias reales de mi accidentada existencia y por accidentada quiero decir exactamente eso: todo lo que lean en esta columna es totalmente verídico… Y lo peor de todo: a veces, comprobable.
Durante estos cinco años me han intentado convencer de seguir con el blog, obvio sin éxito, pero siempre pasa algo que te hace cambiar de opinión. Me la voy a mamar con el cliché, pero gracias, tú sabes quién eres.
Sólo a mí se me ocurre retomar un blog en un país donde la gente lee menos que un loro, pero ya lo saben, su aplauso es el alimento de este artista… Aunque prefiero comer pizza, así que denme dinero (Porfa).
P.D. No, no cambié de sexo.
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