Esta historia empieza en el año de 1979, sin embargo, no la puedo contar completa porque yo nací en el ’86. Lo que sí les puedo contar es el último capítulo:
Julio 16 de 2013, un martes nublado en la Heroica Puebla de Zaragoza.
Un mexicano: Uriel.
Un deporte: Taekwondo.
Un evento: El Campeonato Mundial Absoluto de la WTF.
Una categoría: -74kg masculino.
Primer pelea: 6-1 dejando al representante de Singapur en primera ronda.
Segunda pelea: una victoria holgada de 17-5 sobre el competidor hindú.
Octavos de final: un complicado competidor español, 2-2 en tiempo regular y los nervios a tope en el punto de oro. Punto rojo. Uriel estaba ya en cuartos de final y se ubicaba entre los ocho mejores del mundo por segunda vez en su carrera.
Cuartos de final: un británico espectacularmente ágil, un Uriel espectacularmente táctico, un marcador de 4-0 sobre el rival más difícil hasta este punto. México obtiene su segunda medalla en este campeonato y asegura su medalla de bronce número 31 en la historia de los campeonatos mundiales.
Semifinal: Corea. Marcador empatado en el primer round y una patada a la cara de Uriel que pasa lejos. Los jueces no marcan nada. El coach coreano pide revisión. Pierden la tarjeta. Termina el primer round empatado a 2. Segundo round, vemos a un coreano decidido a ganar esta pelea, vemos a un mexicano decidido a no dejar que eso pase. 5-2. Termina el segundo round. Inicia uno de los terceros rounds más extenuantes que recuerdo. Marcador 7-2. ¡10! ¡9! ¡8! ¡7! ¡6! ¡5! ¡4! ¡3! ¡2! ¡1!
¡MÉXICO ESTABA EN LA FINAL MUNDIAL DESPUÉS DE CUATRO LARGOS AÑOS!
¡EL PAÍS DEL ÁGUILA EN EL NOPAL SE QUEDARÍA CON 30 MEDALLAS DE BRONCE Y ASEGURABA SU 25va PLATA MUNDIAL!
27 finales mundiales había peleado México a lo largo de su historia, sólo se habían ganado 3. Las estadísticas estaban radicalmente en contra, pero la esperanza de miles de mexicanos estaba, a su vez, en contra de toda estadística.
Rusia.
Primer round. Pierde México 1-0.
Segundo round. Pierde México 1-0.
Tercer Round. Punto de México. Menos de un minuto. Intercambio. Giro recto al peto del ruso. México da la vuelta. Rusia reclama una patada a la cara. Pierde la tarjeta.
¡10! ¡9! ¡8! ¡7! ¡6! ¡5! ¡4! ¡3! ¡2! ¡1!
¡MÉXICO CAMP...
Se levanta un juez (?) y pide un video-replay. El combate ya ha terminado. Revisan los videos. La patada del ruso pasó cerca, pero no toca.
¡MÉXICO CAMPEÓN!
¡CIELITO LINDO!
¡SE CAE EL ESTADIO!
¡34 AÑOS PARA QUE ESTA ESCENA SE REPITIERA!
Felicidades, Uriel, por lograr lo que ningún hombre había podido en 34 años; lograste lo que muchos creían imposible, callaste bocas, arrancaste lágrimas, nos diste esperanza, uniste a un estadio, conmocionaste a un país, subiste la bandera de México a lo más alto, hiciste que el mundo escuchara nuestro Himno Nacional...
Muchas gracias, Yogui, por ser la luz al final del túnel que tanto necesita un país como el nuestro, por hacerme volver a creer, por no darte por vencido, por demostrar que las peleas dentro del área se ganan haciendo taekwondo y entrenando al límite; gracias por dejarme ser testigo de la historia, por dejarme sin aliento, porque no se puede describir la sensación de ver a un camarada, compañero de fatigas, a un hombre humilde y trabajador, subir a lo más alto del podio mundial.
Por favor no cambies, por favor sigue trabajando como lo has hecho siempre.
Bienvenido a la eternidad...
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