Si la memoria no me falla (Y vaya que me ha pasado con frecuencia últimamente) fue en Orlando Florida durante el año 2002 cuando conocí a Steven Lopez, pero no hay que confundirse: cuando digo “conocí” quiero decir me tomé una foto con él, o sea, fue la primera vez que lo vi en persona. Yo era un chavalillo asustado por ser la primera vez que salía al extranjero y él, pues… Él ya era Steven Lopez, para ese entonces ya había ganado todo en todos lados. Yo admiraba a Lopez por sus logros, aunque a decir verdad jamás lo había visto pelear.
La admiración mutó en decepción cuando lo vi competir por primera vez, pues no era ni de cerca lo que yo me había imaginado en mis sueños. Con el currículum que tenía yo siempre pensé que era un peleador fuera de serie, me imaginaba que su forma de pelear era algo así digno de aparecer en Dragon Ball Z, pero no… Alzaba las rodillas, protegía sus puntos, siempre ganaba por la mínima diferencia, muchas veces empezaba perdiendo, hacía pocas técnicas, etc… El león no es como lo pintan.
Luego llegó Madrid 2005 y entonces entendí todo.
Durante la semi-final contra Rosendo Alonso (Saludos) y el en round de punto de oro, Lopez hace contacto en una zona que no era de puntaje (Las nalgas), los jueces marcan, la pelea termina entre abucheos. Media hora después, en un hecho bastante inusual, vuelven a llamar a los competidores para repetir el round de punto de oro, Lopez sale y se pone a estirar en medio de insultos hacia su madre, botellas de plástico vacías y cáscaras de plátano que caían cerca de donde estaba… La decisión prevaleció. Cuando López salió a la final, el auditorio completo se levantó y le dio la espalda, pero López ganó su tercer campeonato mundial.
La fortaleza de Steven Lopez no estaba en sus piernas, sino en su cabeza, por eso les ganaba a todos.
Hoy, con 39 años de edad y miras a participar en los Juegos Olímpicos de Tokyo, nos toca atestiguar lo que probablemente pudiera ser el final de su carrera, lo malo es que será en medio de un escándalo.
El león no es como lo pintan.
Hace un año, cuando empezaba todo el proceso en contra de él y su hermano en medio de alegaciones de acoso sexual, yo le pregunté a una persona cercana a él, me contestó “no me sorprende”, a mí por supuesto se me pusieron los pelos como escarpias.
Una acusación de este tipo es muy seria y lo malo es que siempre va en ambos sentidos: si resulta cierta, pues los Lopez verán su carrera truncada por intervención de la justicia, o sea, van a usar un dobok de color naranja durante un largo periodo de tiempo; si las acusaciones resultan falsas, la mancha del acoso sexual los va perseguir, no durante el resto de sus carrera, sino por el resto de sus vidas.
La situación es bastante complicada.
Hace a penas un par de semanas estaba leyendo que al señor Bill Cosby lo habían declarado culpable de acoso sexual. El caso tiene varias similitudes con este, es decir, en aspectos generales: el acusado es una estrella en el ocaso de su carrera, las afectadas son varias mujeres que sufrieron este tipo de agresiones cuando el acusado estaba en la cima del éxito, las autoridades inmediatas intentaron proteger al acusado en su momento… Es un caso muy difícil y con muchas aristas.
Actualmente Lopez ya enfrenta una una suspensión promovida por una instancia llamada “SafeSport”, instancia que lleva un año investigando el caso, sin embargo fue a raíz de unas declaraciones hechas el viernes pasado que se tomó la decisión de suspender al competidor. No sabemos las razones, ni creo que las sepamos pronto…
“The disclosure of additional victims and violations that fall within the scope of SafeSport’s investigation,”
-Fue lo que contestó Stephen Hess, abogado de la USA Taekwondo cuando se le preguntó sobre los motivos de la suspensión.
Es una lástima que la carrera de Lopez haya dado este giro, no sabemos si será el fin, pero no importa si el caso va para un lado u otro, creo que nos va tocar verlo…
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