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  • Foto del escritorFauno

PanameriFail




Ok… Primero que nada y antes de cualquier análisis es necesario aclarar que podemos revisar el resultado de México siendo México, o bien, podemos hacerlo tomando en cuenta que somos un simple país más de la región, y es que si lo hacemos de esta forma, podríamos decir que el resultado no fue malo, de hecho el tercer lugar general es un lugar en el medallero que cualquier selección busca con ansia en un evento como este… Pero no, la verdad es que yo no estoy dispuesto a hacer un análisis resignándome a ser un país del montón, aunque también es cierto que en este certamen es exactamente lo que fuimos: un país del montón.


Cuando digo “países del montón” no es con ánimo de ofender a ninguna selección nacional, cada una tiene sus propias carencias, historia y cada país tiene sus métodos y tradiciones, sin embargo México se ha distinguido históricamente, al menos en taekwondo, por estar adelante de todo ello en comparación con el resto de América.


Comentaba, allá en Punta Cana, con un amigo colombiano que vino a México y estaba sorprendido por el nivel y la cantidad de gente y escuelas que hay en nuestro país, decía que simplemente no podía creerlo… Con todo y eso México empató en oros contra Colombia: un país que indudablemente está trabajando, pero que ni siquiera llevaba equipo completo.


En fin… Vámonos ahora sí con las estadísticas, oh sí, números, odiosos y bastardos, pero que nunca mienten: es verdad que esta no fue la peor actuación de un equipo mexicano en un panamericano de la especialidad, pero tampoco hay mucho de qué alegrarse porque sí está en el top cinco, de hecho si contamos el panamericano de Surinam en 1984 donde México no participó y por ende no se ganaron medallas, entonces Punta Cana 2022 es la quinta peor participación de una selección nacional en este evento, felicidades…


México estaba en posibilidad de ganar un penta-campeonato en este certamen, eso significa que había quedado en primer lugar cuatro veces anteriores, ahora bajó al tercero, lo que indica fiablemente que es el peor resultado de la década. La última vez que México estuvo en tercer lugar de un campeonato panamericano fue justo en República Dominicana, pero en Santo Domingo en 2004, allá también se ganaron dos oros, pero seis platas y un bronce, o sea que a pesar de bajar al tercer sitio nos fue mejor que ahorita. Y de ahí para atrás tenemos la participación en Lima 1998 en donde México quedó tercero también, pero con cuatro medallas de oro. Históricamente nuestro país ha descendido al tercer sitio solamente tres veces en la historia y de las tres esta es la peor.


En cuanto a número de medallas de oro se refiere, tampoco es muy alentador el panorama: en 1986 y 1990 México se fue sin medallas amarillas del panamericano, son las únicas veces que este país no ha ganado un primer lugar. Después de ahí las medallas áureas han venido al menos en par: 2004, 2008 y ahora 2022 son los años en los que México ha ganado sólo dos medallas de oro, esto deja a Punta Cana como el peor resultado mexicano desde 2008, o sea, del peor resultado de la década nos brincamos al peor resultado en 14 años, lo que convierte al panamericano del 2022 como el segundo peor resultado del siglo XXI… No sé por qué les da risa.



Al panorama desalentador del resultado podemos sumarle el hecho de que Brasil fue campeón con seis medallas de oro, México ya ha hecho eso también, de hecho fue en 2016 en Querétaro cuando nuestro país se colgó, no seis, sino siete medallas de oro, algo que no se veía desde Heredia, Costa Rica en 1994 y dos años antes en Colorado Springs 1992. El récord de medallas de oro lo tiene Estados Unidos con ocho y lo consiguió en Puerto Rico en 1982, en un evento donde todos los estadounidenses que pelearon contra México en la final, perdieron, y México no llevaba equipo femenil… Sin duda eran otros tiempos.


Hoy por hoy y comparándonos contra los actuales campeones, estamos en la lona: no hubo ningún mexicano capaz de ganarle a Brasil en este evento. Estos dos países se enfrentaron en cuatro ocasiones durante el certamen, en todas la mano del juez central se levantó del lado brasileño, de hecho en las gráficas en las que estos dos países se encontraban del mismo lado, México perdió siempre antes y Brasil le ganó a quienes eliminaban a México… Es tristísimo


Lamento en verdad ser el portador de malas noticias, pero es lo que hay, no me estoy inventando nada, yo sólo vengo y se los platico. Los datos están ahí para que todo mundo los revise y se pongan tristes como yo… O se enojen, como yo en el evento.


Ahora que si nos pasamos a un terreno más subjetivo, personalmente veo a una selección mexicana desangelada. Veo a muchos de sus integrantes cansados, desmoralizados, fastidiados. Igual puede ser una simple percepción, pero incluso en la tribuna el equipo permanece en silencio la mayor parte del tiempo, se escuchan pocas porras, es cierto, se juntan a ver a sus compañeros competir, gritan alguna palabra de aliento, me tocó escuchar el típico “México, clap, clap, clap” una vez durante la final de Carlos Sansores mientras los jueces tomaban la decisión, y realmente no recuerdo más. Siento incluso que algunos están sin querer estar o están ahí deseando que se acabe pronto… No sé, de nuevo, esta es mi percepción.


En cuanto al lado federativo, que creo es donde reside el verdadero problema: para empezar el naco que cobra como presidente no estuvo presente, o sea que el culero no tiene ni idea de lo que sucedió, más allá de lo que le habrán venido a platicar. La selección se conformó al cuarto para las doce en un selectivo pensado originalmente rumbo a otro evento y cuyo objetivo cambió de un día para otro como selectivo para el panamericano, porque ya saben, nos agarran las prisas y hay que improvisar en el camino.


Dentro de esa improvisación estuvo la de concentrar al equipo sólo tres semanas, tres semanas para ir a pelear por un penta-campeonato… Tres semanas. Me duran más tiempo los eructos cuando voy a desayunar a la barbacoa de la esquina. Creo que este campeonato nadie del lado federativo se lo tomó en serio, o quizá lo dieron por sentado y bueno, ahí están los resultados. Contrastémoslo con Brasil que están concentrados desde mediados de febrero… Tristísimo también andar buscando modelos a seguir EN NUESTRO PROPIO CONTINENTE cuando, hasta hace poco, nosotros éramos justamente eso.


A la confusión hay que sumar al cuerpo técnico: llegaron cuatro entrenadores con el equipo, o sea uno por cada cuatro integrantes. Alfonso Victoria, Abel Mendoza, David Davis y un iraní Mehran Askari a quien por cierto me tocó ver pelear en su etapa competitiva, pero de quien yo nunca había oído hablar como entrenador.


Los profesores Davis y Abel habían sido anunciados como titulares del equipo sub-21 el año pasado y de hecho obtuvieron buenos resultados. Dicho sea de paso, me parecen excelentes elementos. Verlos con el equipo de adultos me da gusto, pero a la vez me crea confusión… ¿Ahora quién se quedó con el equipo que ellos tenían? Porque hasta hace menos de un mes los vimos con ellos en el abierto de Puerto Rico ¿Van a ser titulares en adultos o sólo fue por un evento? ¿Quién va ocupar qué puesto? Todo esto es realmente confuso y más sabiendo que la administración actual de la FEMEX no es de las que se distinguen por tener un plan, sino que van improvisando sobre la marcha. Sería una lástima que gente como ellos se convirtieran en “cartuchos quemados” por un tema administrativo más que por resultados.


De nada sirve traer entrenadores de donde sea si no hay una planeación, ya nos ha pasado antes, pregúntenle a Ireno Fargas.


En fin… Yo que más quisiera que contarles historias felices o traerles finales de cuentos de hadas, pero la realidad es otra y hay que aceptarla primero para poder empezar a cambiarla.


Este año el taekwondo mexicano tiene un gran compromiso con el campeonato mundial enfrente y en nuestro país, por supuesto no existe un proceso de selección claro, conciso, ni siquiera anunciado, o al menos no público como de costumbre. Ojalá que ese evento no se tome a la ligera como este.


Y es que el campeonato panamericano es, o debería de ser, el segundo evento más importante para nuestro país fuera de los juegos multideportivos. Puede haber dos posibilidades: la primera es que la gente al frente del taekwondo mexicano no lo ve así, la otra es que simplemente no les importe, ambas denotan una imbecilidad digna de la cámara de gas.


Sé que México se recuperará, probablemente no será este año, pero sé que lo hará, como lo ha hecho siempre. Sé que nuestros atletas recuperarán la chispa y que el nombre de nuestro país volverá a brillar. Ojalá que para entonces aún nos queden atletas…


Y a los atletas: ánimo. Irónicamente son ellos quienes cargan la cruz por los pecados administrativos porque son quienes al final ponen la cara. Recuerden siempre que no son ustedes quienes llevan un país en los hombros, olvídense de esa responsabilidad, somos nosotros, el país, quienes debemos de cargarlos a ustedes y quizá, de una u otra forma, hemos fallado, a lo mejor somos nosotros quienes les debamos una disculpa a ustedes.


Descansen, reflexionen y sigan peleando. No olviden aquel adagio persa tan sabio y que personalmente me encanta: “THIS TOO SHALL PASS”































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