Me ha tocado ver y conocer en innumerables ocasiones a gente que comienza o tiene una relación de pareja con alguno de sus compañeros de equipo, academia, selección, cuerpo técnico, etc... Creo que todos alguna vez hemos tenido, si no una novia o un novio, por lo menos un fuerte 'crush' con alguna de las personas que entrenan con nosotros en el día a día; cosa muy curiosa es que se fijen en alguien cuando está entrenando puesto que, desde mi muy particular y mamarracho punto de vista, el Dobok tiene casi los mismos efectos afrodisiacos que la tanga de elefantito siendo modelada por Barney Gómez con calcetines blancos puestos. Oh, sí: si usted alguna vez llega a ver a alguna chica que se vea MUY BIEN con el Dobok en cima, no la deje ir, puede que sea la mujer más bella del planeta. Los hombres ni se preocupen: se ven horribles... Siempre. Lo bueno es que el Dobok es para entrenar y competir, y creo que no viviré (Y me alegra) para ver el día en que empiecen a vender Doboks en las sex-shops en vez de en las tiendas de deportes.
Regresemos al tema: la relaciones en el TKD. Yo también tuve una vez un crush (Con una profesora) y también tuve una novia (Sí, novia. Mujer. No novio, novia) con la que entrenaba diario, aunque esa relación fue como el Titanic: grandiosa al principio, pero no duró ni un mes. En otra ocasión tuve la osadía de querer iniciar algo de larga distancia con una chica que reside en un país cuyo nombre no pondré por dos razones: 1) No sé cómo se escribe y 2) Me da flojera buscarlo en la web, pero es un país de la ex-Unión Soviética. Nuestro vínculo duró dos e-mails y para ese entonces había roto mi propio récord de longevidad en una relación con una extranjera sobria y que se sabía mi nombre, récord que se conserva hasta el día de hoy (Aunque no sé si aún se acuerden de mi nombre).
Debo confesar que durante una etapa de mi vida, en serio llegué a creer que iba a terminar enrolado con alguien inmiscuido en el medio, pero después los empecé a odiar a todos y supe que eso no sucedería jamás: motivo suficiente para dar gracias todos los días a la Divina Providencia y elevar una oración a Huichilobos al menos una vez al mes por no dejarme caer en la tentación y librarme de todo mal.
Según mi experiencia, las relaciones entre competidores de TKD son complicadas en el sentido de que te vuelves el centro de atención de todas las víboras en el equipo y es como si empezaras a andar con todas (Claro, cada quién habla dependiendo de cómo le fue en la feria). A pesar de eso conozco muchas relaciones entre compañeros de equipo que han tenido un final feliz y que continúan hasta el día de hoy. Casualmente siempre que he visto a compañeros que terminan, es de manera abrupta, desagradable y sin ganas de volverse a ver (No se asusten, recuerden la analogía de la feria).
Y bueno, en cuanto a relaciones de larga distancia, pues conozco a un español que se casó con una turca y él vive ahora en Guatemala. Conozco a un turco que se casó con una australiana y ahora tienen un hijo. Conozco un par de argentinos que se casaron, viven también en Guatemala y ahora él está en España. Conozco a un mexicano que anda (O andaba, no estoy muy actualizado) con una brasileña y se la pasan re-bien cuando se ven. Conozco a una mexicana que andaba con cierto astro inglés que ha salido mucho en la prensa últimamente. Y conozco a decenas personas aquí en México que andan con gente de otros estados y cuando hay nacional también ellos se la pasan re-bien (Malditos). Como ven, todo es posible y no todos son tan losers como un servidor. Supongo que depende de la madurez de las personas y de la comunicación y confianza... O no sé.
Por cierto, siempre he tenido una duda: ¿Existirá alguna pareja de taekwondoínes que le guste arreglar sus diferencias con un peto puesto? Si usted conoce a alguno, por favor mándeme un video, just for the LULZ!
Un saludo y muchas gracias a @ZaMi_123 por proponer el tema de esta semana (Bueno, creo que sí era este tema. Espero haberle atinado).
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